lunes, 30 de diciembre de 2013

¿'El uso de tabletas daña la salud de los niños?

Las tabletas son tan fáciles de usar que hasta un niño de 3 años de edad ya puede dominar estos dispositivos electrónicos. Las consecuencias de este hecho tienen bastante preocupados a algunos pediatras y otros expertos en el campo de la salud.

Dado que la navegación en una tableta por lo general no requiere las habilidades de escribir o leer, los niños de edad preescolar pueden aprender rápidamente cómo ver películas, desplazarse a las carpetas donde están las fotos de la familia o divertirse con juegos simples. Al mismo tiempo, el uso abundante de tabletas y teléfonos inteligentes perjudica la salud de los pequeños, afirman diversos especialistas citados por Associated Press

En particular, los científicos han revelado que el uso frecuente de computadoras portátiles y teléfonos inteligentes puede llevar a serios problemas de conducta y retrasos en el desarrollo social de los niños. Sobre todo, las consecuencias de la adicción a los 'amigos digitales' se evidencian cuando los niños alcanzan la edad escolar. 

No obstante, los científicos no niegan los factores positivos relacionados con la utilización de estos dispositivos, ya que varias de las aplicaciones formativas pueden ayudar a desarrollar áreas específicas del cerebro y, a la vez, calmar a los niños.

La facilidad de uso hace que las tabletas y los teléfonos inteligentes sean muy populares entre los padres ocupados, que los utilizan para pacificar a sus hijos durante los viajes en coche, salidas al restaurante o mientras están en casa entretenidos con quehaceres domésticos. Y muchos se sienten un poco menos culpables por ello al pensar en el valor educativo de las aplicaciones y juegos que divierten a sus hijos.   
  
Con todo eso, los médicos insisten en que los padres deben limitar seriamente el tiempo que sus críos utilizan los dispositivos electrónicos portátiles y asegurarse de que ellos dediquen el tiempo suficiente a dormir, leer e interactuar con adultos y otros niños.

sábado, 30 de noviembre de 2013

La lectura electrónica y otras hierbas

Autor: CarlosParra
Hace 10 años, en estas fechas, Umberto Eco, en una conferencia llamada: Resistirá, cuestionaba la resistencia de los libros impresos ante la tecnología digital, se presentaba un temor ante el BUM! de Internet, sin embargo, hoy en día al libro, más allá de su resistencia como un impreso, el desarrollo tecnológico lo ha convertido en otras posibilidades para el lector.
El libro electrónico en su evolución está dando pie a otros canales, otras formas para devorar libros, con otras reglas de juego. La lectura electrónica en un navegador electrónico, un celular o un dispositivo como: Kindle, iPad, Nook, etc., que presenta retos distintos y pareciera mandar un guiño de ser más entretenida, atrevida e interesante.
Pero ¿qué reglas son las que están cambiando? Los libros electrónicos nos dan la posibilidad de almacenamiento y jugar a tener una mente divina, una especie de cerebro universal en un dispositivo, como diría Umberto Eco, toda una biblioteca en un pequeño contenedor, aunque sin poder imitar la experiencia a paraíso que tiene estar respirando y soñando en dicho lugar.
Los libros electrónicos están facilitando que transportemos la información, la compartamos y nos encontremos con ella de manera más rápida y simple. Los libros electrónicos y la tecnología en la que se transportan hace cada vez más entretenidas y atractivas las experiencias.
Basta un ejemplo para darnos cuenta de ello: Imaginemos a un grupo de alumnos a quienes se les ha dejado la tarea de leer un libro en su dispositivo electrónico, justo iniciada la lectura empiezan a subrayar, el sistema de su equipo desde ese momento empieza a crear un resumen o síntesis de manera automática con lo que el alumno va subrayando al momento de leer.
El sistema les va diciendo quién y cuántas personas  en otras partes del mundo han subrayado partes de ese libro, dando pie a nuevos cuestionamientos de qué cosas son importantes para algunos lectores. Tras un momento, y emocionados por la lectura, los alumnos comparten hacia las redes sociales, citas y fragmentos del libro junto a comentarios, notas y/o puntos de vista, mismos que son respondidos por el mismo autor del libro, que se ha dado cuenta que su usuario ha sido mencionado en su red social, y de pronto, también son retroalimentados por expertos al momento de ser lanzado a la red, así como otros simples lectores quienes están interesados y les parece divertido comentar.
Después de un tiempo, una vez leído el libro y de regreso a clase, al hacer un círculo grupal para discutir la lectura, los alumnos hacen comentarios más allá de los límites del libro. La crítica se construye ahora con más elementos que recibieron a través de redes sociales, dando pie para detonar nueva información y conocimiento.
De buenas a primeras,todo lo visto en el círculo va a parar de nuevo a internet, estando útil y disponible para otros, haciendo crecer el círculo grupal, más allá de la discusión de clase, rompiendo fronteras, tiempos y sumando personas a la experiencia de leer.
Los románticos, aquellos que huelen y tallan hojas de los libros impresos, pudieran diferir que la experiencia no es la misma, y todos debemos estar completamente de acuerdo, sencillamente la lectura electrónica es otra experiencia que se suma a la creciente capacidad que le está dando la tecnología a los libros.
Es muy temprano para decir que los libros impresos no van a resistir, seguramente se valorará más la experiencia que se tiene con ellos. Lo mismo pasa con las bibliotecas, su universo está creciendo, tanto el mundo electrónico como el físico están detonando otras experiencias, y los lectores cada vez más ganan con esto que algunos han llamado la batalla y la extinción del libro.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Aprende a hacer estimaciones

Autor: Giovanni Asproni

Como programador debes ser capaz de proporcionar estimaciones a tus directivos, colegas, y usuarios de las tareas que necesitas realizar, así ellos tendrán una idea razonablemente precisa del tiempo, costo, tecnología y otros recursos necesarios para lograr sus objetivos.
Para poder estimar bien es obvia la importancia aprender algunas técnicas de estimación. En primer lugar, sin embargo, es fundamental aprender qué son las estimaciones, y para qué deberían ser usadas – por extraño que parezca, muchos desarrolladores y administradores no conocen realmente esto.
El siguiente diálogo entre un administrador de proyectos y un programador es nada atípico:
  • Administrador de Proyecto: ¿Puedes darme un estimado del tiempo necesario para desarrollar la característica xyz?
  • Programador: Un mes.
  • Administrador de Proyecto: ¡Eso es mucho tiempo! Sólo tenemos una semana.
  • Programador: Necesito al menos tres.
  • Administrador de Proyecto: Puedo darte dos cuando mucho.
  • Programador: ¡Es un trato!
El programador, al final, se le ocurre un “estimado” que concuerda con lo que es aceptable para el administrador. Pero ya que es una estimación del programador, el gerente lo hará responsable de ello. Para entender qué está mal en esta conversación necesitamos tres definiciones – estimado, fin y compromiso:
  • Un estimado es un cálculo aproximado o un juicio de valor, número, cantidad, o extensión de algo. Esta definición implica que un estimado es una medición factual basada en datos concretos y experiencia previa – la esperanza y los deseos deben ser ignorados cuando se calcula. La definición también implica que, al ser aproximada, una estimación no pueden ser precisa, por ejemplo: una tarea de desarrollo no puede ser estimada para durar 234.14 días.
  • Un fin es una declaración de un objetivo deseable del negocio, por ejemplo, “El sistema debe soportar al menos 400 usuarios concurrentes.”
  • Un compromiso es una promesa de ofrecer una funcionalidad especificada a una determinado nivel de calidad en una cierta fecha o evento. Un ejemplo podría ser “La funcionalidad de búsqueda estará disponible en la próxima versión del producto.”
Los estimados, fines y compromisos son independientes uno del otro, pero los blancos y cometidos deberían estar basados en estimados. Como Steve McConnell señala: “El propósito principal de la estimación de software no es predecir el futuro del proyecto; sino determinar si los fines del proyecto son lo suficientemente realistas para que el proyecto pueda ser controlado hasta lograrlo”. Por lo tanto, el propósito de una estimación es hacer una administración de proyecto adecuada y una planificación posible, permitiendo que los interesados en el proyecto hagan compromisos basados en fines realistas.
Lo que realmente estaba pidiendo el administrador en la conversación anterior al programador era hacer un compromiso basado en un fin no declarado que el administrador tenía en mente, no dar un estimado. La próxima vez que te pidan proporcionar un estimado asegúrate que todos los involucrados sepan de lo que están hablando, y tus proyectos tendrán una mejor oportunidad de éxito.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Actúa con prudencia

Autor: Seb Rose

“En todo lo que emprendas, actúa con prudencia y considera las consecuencias” Anónimo
No importa qué tan cómodo parezca ser un cronograma de trabajo al comienzo de una iteración, no podrás evitar sentirte bajo presión en algún momento. Si te encuentras en una situación en la que tienes que elegir entre “hacerlo bien” o “hacerlo rápido”, suele ser tentador “hacerlo rápido” pensando que regresarás a corregirlo más adelante. Cuando te haces esta promesa a ti mismo, a tu equipo, al cliente, lo haces en serio. Pero muy a menudo la siguiente iteración trae nuevos problemas y te debes enfocar en ellos. Este tipo de trabajo aplazado se conoce como deuda técnica y no es un muy buen amigo. Martin Fowler, en su taxonomía de la deuda técnica, la llama específicamente deuda técnica deliberada, la cual no debería confundirse con la deuda técnica inadvertida.
La deuda técnica es como un préstamo: te trae beneficios en el corto plazo, pero deberás pagar intereses hasta terminar de saldarla. Tomar atajos a la hora de programar hace que sea más difícil agregar funcionalidad o refactorizar tu código; las soluciones rápidas son un caldo de cultivo para defectos y casos de prueba muy frágiles. Mientras más tiempo las abandones, peor se ponen. Para cuando te decidas a corregir el problema puede que haya toda una pila de malas decisiones de diseño acumulada encima del problema original, haciendo que el código sea mucho más difícil de refactorizar y corregir. De hecho, es sólo cuando las cosas están tan mal como para tener que arreglarlas, que realmente vuelves atrás y corriges el problema. Pero para entonces suele ser tan difícil corregirlo que no te puedes permitir el tiempo ni correr el riesgo.
Hay ocasiones en las que debes incurrir en la deuda técnica para cumplir con una fecha límite o para implementar una pequeña parte de una función. Intenta esquivar esos casos; sólo hazlo si la situación lo exige. Pero (y este es un gran pero) debes mantener un ojo sobre la deuda técnica y pagarla tan pronto como puedas o las cosas se irán rápidamente cuesta abajo. Apenas te hayas endeudado, escribe una tarjeta o registra el problema en tu sistema de seguimiento para asegurarte de no olvidarlo.
Si planeas pagar la deuda en la próxima iteración, el costo será mínimo. Pero si la abandonas, se incrementarán los intereses, y esto también deberá registrarse para que el costo permanezca a la vista. Hacer esto resaltará el impacto que tiene la deuda técnica del proyecto sobre el valor de la empresa y permitirá una priorización de pago adecuada. Cómo calcular y realizar el seguimiento de los intereses dependerá de cada proyecto en particular, pero hacerlo deberás.
Paga la deuda técnica tan pronto como puedas; sería imprudente no hacerlo.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Los 'trolls' de patentes, negocio rentable

Las patentes de software son un problema, especialmente en Estados Unidos. Aunque a veces tenemos casos que salen bien, hay otros que no tienen un final tan feliz. Es lo que le ha ocurrido a la compañía Newegg, una tienda de informática que vende a través de Internet. Un jurado de Texas le ha condenado a pagar 2.3 millones de dólares por infringir una patente sobre el cifrado en conexiones web.
La patente US 5412730 A, de Michael Jones, describe vagamente un sistema para enviar datos cifrados entre dos transmisores. Ambos transmisores intercambian un número inicial (semilla) a partir del cual generan una secuencia con la que se cifra el contenido que queramos enviar.

Si conocéis el algoritmo RC4, probablemente os suene de algo la descripción anterior. RC4 parte de una semilla inicial, también llamada clave, a partir de la cual genera una cadena de bits con los que se cifra el contenido que queramos. RC4 fue desarrollado en 1987 por Ron Rivest, de RSA Security.
La patente de Jones es muy similar a los cifrados RC4 y Vernam, ambos inventados previamente.
RC4 no se hizo público (extraoficialmente) hasta 1994, dos años después de que Jones pidiese la patente, pero ya había software que usaba RC4 antes de acabar la década de los 80. La cuestión es delicada por este frente, ya que sí podría decirse que la “invención” de Jones es original. De todas formas, también se podría decir que la patente de Jones se parece demasiado al cifrado Vernam, de la primera mitad del siglo XX.
Pero los problemas no se acaban aquí. TQP Development, la empresa que compró la patente a Jones, cree que todos los sitios que usan cifrado SSL con RC4 infringen su patente, incluso a pesar de que la patente ’730 no menciona en ningún momento nada de criptografía de clave pública, la base de SSL. Ni siquiera las declaraciones de Whitfield Diffie, uno de los pioneros de la criptografía de clave pública; o de Ron Rivest, el inventor de RC4, consiguieron convencer al jurado de Texas.
Hay tantos problemas con esta sentencia que nos quedaríamos sin tiempo para enumerarlos todos. Un troll de patentes al que se le permite seguir demandando sin ton ni son con el único propósito de ganar dinero (de hecho, ha ganado 43 millones de dólares de Microsoft o Amazon, entre otros, con esta patente). Una patente que cubre un concepto vago y que es dudosamente original. Unas demandas que declaran infracciones en cosas que la patente ni siquiera menciona. Un jurado que probablemente no conozca la criptografía de la que se habló en el juicio lo suficiente como para emitir una sentencia razonable.
El precedente que sienta esta sentencia es bastante malo, desde luego. Sólo va a conseguir que las empresas tengan menos ganas todavía de entrar en juicios por patentes de software, por muy absurdas que sean; y también animará a más trolls a seguir con su juego. No es bueno ni para Internet ni para el ecosistema informático en general, sólo es otra muestra más del despropósito que son las patentes de software en Estados Unidos.

martes, 26 de noviembre de 2013

Cargadores USB, ¿son todos iguales? Una guía que te sacará de dudas

USB no tiene una definición sencilla, y es que desde su lanzamiento oficial en 1996 ha sido un protocolo de comunicación y transmisión entre dispositivos, hoy tiene muchísimas acepciones. Con el paso del tiempo ha ido evolucionando hasta lo que hoy en día conocemos como USB, que para el usuario es totalmente transparente. Al menos en principio, porque seguro que más de uno de nosotros ha ido acumulando cargadores y cables USB en una caja a medida que ha ido adquiriendo nuevos dispositivos electrónicos compatibles con la carga USB. Y la cuestión a la que hoy intentaremos responder es: ¿Son todos iguales? ¿Da igual usar unos u otros? ¿Qué ventajas, desventajas y peligros hay cuando usamos el cargador de una cámara con un smartphone?
Voy a intentar que este artículo sea sencillo de leer, y por lo tanto evitare entrar en cuestiones demasiado técnicas. Sin embargo empezaremos hablando un poco sobre USB, pero solo lo básico, para que lo de más adelante sea más fácil de comprender. Los conectores USB tienen 4 conectores (aunque aumentan a 5 en microUSB, pero que no afecta a la explicación), y los cables USB llevan 4 hilos por su interior. Sirven para lo siguiente:
 Pin 1: Tensión de 5V
 Pin 2: Datos -
 Pin 3: Datos +
 Pin 4: Masa
 Gracias a ello es posible que un host USB pueda alimentar o transmitir información hacia un dispositivo externo, como un smartphone o una cámara. Por los pines 1 y 4 va la corriente eléctrica y por los pines 2 y 3 los datos. La electricidad que se transmite por estándar en un USB es de 5V y 500 mA. Y en realidad poco más hay que explicar del funcionamiento básico del USB, que sirve tanto para cargar como para transmitir información.
¿Pero nos sirve cualquier cargador USB?
Cuando empezamos a acumular cargadores o miramos en Internet para comprar uno podemos encontrarnos con esta duda. Y se responde de diferentes formas, pero la más corta es que sí. Podemos usar cualquier cargador en cualquier dispositivo que admita carga mediante un cable USB, y en principio no hay ningún peligro. Pero nos encontramos dos casos a tener en cuenta.
La velocidad de carga
Hemos dicho que por estándar un cargador o conector USB proporciona 500 mA de corriente, pero esto no es siempre así, y de hecho los cargadores suelen ser ahora siempre superiores a esta cifra. La corriente de salida que proporciona un cargador nos da la velocidad a la que cargará la batería, y por lo tanto es mejor un cargador de 1000 mA (que es lo mismo que 1A) que uno de 500 mA. El mayor miedo está en que si un móvil venía con un cargador de 500 mA nos lo podamos cargar o quemar con uno de 1000 mAh. No os preocupéis porque esto no puede pasar, ya que es la corriente es la máxima que el cargador puede proporcionar, si el móvil necesita menos la pedirá. En cualquier caso puede ocurrir lo contrario, que intentemos cargar un dispositivo que venía con un cargador de 2100 mAh con uno de 500 mAh y la carga sea eterna. Para saber cuál es la corriente que proporciona vuestro cargador tenéis que mirar en este la pegatina o grabado donde dice OUTPUT y fijaros en la cifra que acompaña las letras “mA” o “A”.
Si tienes miedo a que un cargador se pueda fundir tu móvil, lo que tienes que mirar es la tensión de salida. Si miras antes en la etiqueta donde dice OUTPUT veras también una cifra al lado de una “V”. Es muy raro encontrar algo diferente a 5V, pero hay algunos cargadores hechos con otros fines que pueden jugarnos una mala jugada, y si es muy superior a 5V puede destrozar nuestra batería. Si la tensión de salida es de 5.2V no te preocupes, es un margen aceptable. El problema está en casos superiores a los 6V, mucho cuidado con esto. De hecho un fabricante no debería hacer cargadores USB para dispositivos que acepten carga por conector USB si la tensión no es 5V, pero en algunos casos se ha hecho. La solución a esto es usar conectores diferentes, de modo que el riesgo sea minimo. Por último me hablaremos sobre un caso curioso con las cargadores de USB, por si a alguien le sucede que saber por qué ocurre. Es posible que al conectar tu móvil a un cargador USB este no cargue, la culpa no es tuya. Algunos fabricantes han diseñado los puertos de carga USB de sus dispositivos de modo que si no reciben señal por los puertos de datos deshabilitan también los de carga, asegurándose de este modo que solo se pueda cargar desde el puerto USB de un PC o desde sus cargadores oficiales, no permitiendo usar los estándar o de otras marcas. Lo hacen incorporando un chip a sus cargadores oficiales que engaña al cable USB haciendo pensar que hay datos en el cable, habilitando el modo de carga. Esto no es muy común, pero en ocasiones se encuentra, y es conveniente estar prevenido para no asustarnos si vemos que un cargador que funciona con otros dispositivos no lo hace con nuestro smartphone.