Autor: CarlosParra
Hace 10 años, en estas fechas, Umberto Eco, en una conferencia
llamada: Resistirá, cuestionaba la resistencia de los libros
impresos ante la tecnología digital, se presentaba un temor ante el BUM!
de Internet, sin embargo, hoy en día al libro, más allá de su
resistencia como un impreso, el desarrollo tecnológico lo ha
convertido en otras posibilidades para el lector.
El libro electrónico en su evolución está dando pie a otros canales,
otras formas para devorar libros, con otras reglas de juego. La lectura
electrónica en un navegador electrónico, un celular o un
dispositivo como: Kindle, iPad, Nook, etc., que presenta retos
distintos y pareciera mandar un guiño de ser más entretenida, atrevida e
interesante.
Pero ¿qué reglas son las que están cambiando? Los libros electrónicos
nos dan la posibilidad de almacenamiento y jugar a tener una mente
divina, una especie de cerebro universal en un dispositivo, como diría
Umberto Eco, toda una biblioteca en un pequeño contenedor, aunque sin
poder imitar la experiencia a paraíso que tiene estar respirando y
soñando en dicho lugar.
Los libros electrónicos están facilitando que transportemos la
información, la compartamos y nos encontremos con ella de manera más
rápida y simple. Los libros electrónicos y la tecnología en la que se
transportan hace cada vez más entretenidas y atractivas
las experiencias.
Basta un ejemplo para darnos cuenta de ello: Imaginemos a un grupo de
alumnos a quienes se les ha dejado la tarea de leer un libro en su
dispositivo electrónico, justo iniciada la lectura empiezan a subrayar,
el sistema de su equipo desde ese momento empieza a crear un resumen o
síntesis de manera automática con lo que el alumno va subrayando
al momento de leer.
El sistema les va diciendo quién y cuántas personas en otras partes
del mundo han subrayado partes de ese libro, dando pie a
nuevos cuestionamientos de qué cosas son importantes para algunos
lectores. Tras un momento, y emocionados por la lectura, los alumnos
comparten hacia las redes sociales, citas y fragmentos del libro junto a
comentarios, notas y/o puntos de vista, mismos que son respondidos por
el mismo autor del libro, que se ha dado cuenta que su usuario ha sido
mencionado en su red social, y de pronto, también son
retroalimentados por expertos al momento de ser lanzado a la red, así
como otros simples lectores quienes están interesados y les parece
divertido comentar.
Después de un tiempo, una vez leído el libro y de regreso a clase, al
hacer un círculo grupal para discutir la lectura, los alumnos
hacen comentarios más allá de los límites del libro. La crítica se
construye ahora con más elementos que recibieron a través de redes
sociales, dando pie para detonar nueva información y conocimiento.
De buenas a primeras,todo lo visto en el círculo va a parar de nuevo a
internet, estando útil y disponible para otros, haciendo crecer
el círculo grupal, más allá de la discusión de clase,
rompiendo fronteras, tiempos y sumando personas a la experiencia de
leer.
Los románticos, aquellos que huelen y tallan hojas de los libros
impresos, pudieran diferir que la experiencia no es la misma, y todos
debemos estar completamente de acuerdo, sencillamente la lectura
electrónica es otra experiencia que se suma a la creciente capacidad
que le está dando la tecnología a los libros.
Es muy temprano para decir que los libros impresos no van a resistir,
seguramente se valorará más la experiencia que se tiene con ellos. Lo
mismo pasa con las bibliotecas, su universo está creciendo, tanto el
mundo electrónico como el físico están detonando otras experiencias, y
los lectores cada vez más ganan con esto que algunos han llamado la
batalla y la extinción del libro.