Si
internet cambió su vida, espere a lo que está por venir con Internet de
las Cosas. La era de la red global sensorial está por llegar, con la
capacidad de permitirnos reaccionar y anticiparnos para mejorar la
calidad de nuestras vidas, no lo dude, un salto cuántico en internet
está por suceder.
Internet de las Cosas es la integración de
sensores y dispositivos a objetos que utilizamos en la vida diaria que
están conectados a internet en todo momento y desde cualquier lugar, con
la capacidad de recibir o emitir datos que pueden ser reunidos,
analizados y distribuidos para convertirlos en información y con ciertas
condiciones y políticas en conocimiento, y se cree que con el tiempo en
sabiduría, esto a través de tendencias, modelos y comportamientos, por
los altos volúmenes de datos, que Internet de las Cosas va a generar.
Lo
que hace fascinante a Internet de las Cosas es que cada objeto
representa una fuente de datos, lo cual exige cambios al actual Internet
y a la forma de como es esta red utilizada por los usuarios.
No
todo es miel sobre hojuelas, existen frenos significativos en el
crecimiento exponencial que tiene Internet de las Cosas que se debe
principalmente a la necesidad de desarrollo de fuentes de energía para
soportar millones de millones de sensores y dispositivos que se
encontrarán en todas las cosas y en todas partes, también existen
problemas por la falta de definición y establecimiento de normas que
permitan estandarizar Internet de las Cosas, además otra cosa que
también impacta en el crecimiento de Internet de las Coas es la brecha
digital de los países pobres, y por supuesto, el mismo movimiento está
generando nuevas necesidades de modelos y sistemas para soportar
millones de millones de datos.
A pesar de las limitaciones,
fanáticos electrónicos, emprendedores y sitios de Crowdfunding como
Indiegogo, Kickstarter y muchos otros, están empujando de manera
acelerada, por encima de las necesidades y objeciones.
Los
primeros pasos se están dando en estos ambientes a través de
smartphones, tabletas, relojes, pulseras y gadgets en general, así como
avances significativos en la domótica e inmiótica que son parte ya de lo
que se empieza a formar como Internet de las Cosas, y por supuesto el
ritmo empieza a subir su velocidad.
Los objetos, que se están
incorporando a Internet de las Cosas, son capaces por lo menos de
identificarse, ubicarse, capacidad para comunicar estados y algunos son
hasta capaces de identificar su contexto.
No le extrañe saber
que su vecino tiene un collar para su perro o su gato que le comunica su
salud y su actividad por internet, tampoco le genere sorpresa saber que
su amigo vigoréxico tiene un brazalete que le dice todos los tipos de
ejercicio qué hace y cómo los hace, mucho menos le extrañe que sepa
datos del contenido de su refrigerador o de su auto a través de su
celular y conexión a internet, tampoco se alarme que una fruta, un árbol
y hasta un microscópico dispositivo en su cuerpo le mantenga prevenido y
anticipado ante enfermedades.
El día que un objeto sea un nodo
de internet capaz de medir y saber casi cualquier cosa y que se pueda
automatizar la respuesta para anticiparse o reaccionar no está lejos.
Internet
está a punto de dar un salto nunca visto y la exigencia que todo esto
traiga será un asunto que sin duda se estará hablando recurrentemente,
porque no tenga duda que Internet de las Cosas va cambiar
significativamente su vida.