Cuando Emily Bennington, coach de carrera y colaboradora de Forbes, comenzó a investigar para escribir su libro sobre el éxito profesional de las mujeres Who Says It’s A Man’s World: The Girls Guide To Corporate Domination,
se encontró con un tema interesante: Si hay que elegir entre ser
respetado y ser querido, es mejor optar por el respeto. “Tu reputación
lo es todo”, le dijo Jan Fields, una veterana con 35 años en los
negocios y ex presidenta de McDonald ‘s.
Bennington dice que todos estamos sujetos a una serie de preguntas en
el lugar de trabajo: ¿Quién es ella?, ¿me agrada?, ¿es capaz?, ¿puede
llevar a un equipo? “Cuando tienes respeto tienes también la capacidad
de reforzar ideas en la gente”, afirma.
Aunque un buen desempeño siempre ayudará a tu reputación profesional,
los pequeños errores cotidianos pueden socavarla. Ella describe las
formas más comunes en que podemos arruinar nuestra reputación
profesional de forma “monumental”.
1. Buscar excusas
“La gente busca excusas, en parte porque se ve a sí misma como
carente de todo poder” Por ejemplo: ‘Pero nadie me dijo’ o, ‘yo no pude
hacerlo porque no tenía el archivo’. Ella llama a las personas que
buscan excusas “víctimas de trabajo” debido a que no asumen la
responsabilidad de su éxito. “Si no tienes respuestas, haz preguntas”,
aconseja. De lo contrario, te pasarás tanto tiempo lamentándote sobre lo
que no tienes que desperdiciarás el tiempo que puedes dedicar a la
búsqueda de los recursos que necesitas. Después de todo, “parte de ser
grande es ser ingenioso”, dice.
2. Incumplir con fechas de entrega
Una manera segura de perderse el respeto de los demás es ser esa
persona que siempre llega tarde y necesita recordatorios sobre sus
fechas de entrega, advierte Bennington. Una de las mejores formas (y más
fáciles) de proyectar compostura y control del proyecto es entregar las
tareas de forma espontánea y puntual. Entonces, ¿por qué la gente
desaprovecha un constructor de reputación tan básico? “Su percepción
está equivocada”, dice Bennington. Cuando un trabajador percibe que
situación está su contra, reacciona de maneras que refuerzan esa
percepción en lugar de hacerse responsable de sus propias acciones.
3. No prepararse para las juntas
Las reuniones de trabajo son la principal vía de exposición al
exterior del equipo, en ellas se expone de inmediato se exponen nuestra
actitud y rendimiento. Sin embargo, Bennington dice que con demasiada
frecuencia la gente se alista para ellas en el último minuto,
evidenciando su desorganización. Una de las razones por las que la gente
se involucra en este comportamiento de autosabotaje es el miedo. “Los
lunes por la mañana tengo una reunión de personal con mi jefe, y la idea
me angustia de verdad” dice Bennington. Ella va a las reuniones
sintiéndose angustiada y con la expectativa de fracaso. En vez de
dedicarle tiempo a preocuparte, intenta prepararte lo más posible, eso
te ayudará a sentirte más cómodo y rendir al máximo.
4. Ser demasiado tacaño
Bennington recuerda a una representante de ventas asalariada que
consideraba cualquier trabajo pasado de las 5 de la tarde como algo
extra que la empresa debía recompensar. Una vez, la representante tenía
previsto tomar un vuelo de dos horas a una reunión regional de ventas,
lo que pondría fin a su jornada de trabajo a las 7 pm. Para compensar,
le preguntó a su jefe si podía llegar a trabajar dos horas tarde a la
mañana siguiente. “No sólo su jefe le negó la petición a llegar tarde,
sino que en ese caso perdió todo el capital profesional que había
acumulado durante su estancia en el puesto”, dice Bennington.
5. No responder los correos electrónicos
Bennington dice que muchos trabajadores cometen el error de pensar
que no responder a un correo electrónico significa que han dicho “no” o
comunicado efectivamente que no están disponibles. En su lugar, hace que
sus compañeros de trabajo se pregunten si recibiste el mensaje o no, si
estás esperando algo para tomar una decisión o si simplemente estás
ignorándolos. “Es de mala educación”, dice ella. Incluso si la respuesta
no es lo que el otro quiere oír, ella recomienda que muestres el
respeto y respondas.
6. Hacer chistes autocríticos
Mientras que el humor apropiado puede hacer relaciones, con
frecuencia harte a ti mismo el blanco de una broma puede hacer dos
cosas: En primer lugar, puedes construirte una reputación de ser el
payaso de la oficina y tus colegas pueden comenzar a verte como alguien
que está más interesado en la distracción que en hacer su trabajo. En
segundo lugar, el humor autocrítico puede resaltar tus defectos y hacer
que parezca como si no te respetaras a ti mismo. Una cosa es saber cómo
hacerte una broma y otra hacer de ti una broma, dice Bennington.
7. Subestimar los detalles
Preocúpate por las cosas pequeñas, aconseja Bennington. Los pequeños
errores frecuentes pueden aumentar con el tiempo. “Construye tu marca
personal a través de todo lo que haces, las acciones grandes y las
pequeñas decisiones” dijo la ex ejecutiva de McDonald’s a Bennington.
“Esa marca se quedará contigo durante toda tu carrera. “A veces los
trabajadores se enfocan tanto en sus metas y en el progreso futuro que
no ponen suficiente tiempo y esfuerzo en su trabajo actual, dice
Bennington. “Ocúpate del trabajo que tienes delante de ti, y hazlo muy
bien”, aconseja. “Administrar tus experiencias con colegas y clientes
momento a momento”.