En el frente de una casa:
- Buenas, si mire, yo vengo porque he leído en el periódico que usted
quiere vender un perro que habla, y como yo soy propietario de un circo,
estoy muy interesado en comprárselo.
- Si, mire… aquí esta el animal.
- Muy bien, ¿podría comprobar por mí mismo si realmente puede hablar?
- Pues claro! ande, pregúntele algo.
- A ver, perro, ¿es cierto que tú puedes hablar?
Perro: – ¡Claro que puedo! y también puedo fumar un cigarrillo
mientras tiro cuchillos con los ojos vendados, a la vez que pedaleo una
bicicleta sobre la cuerda floja a 30 metros de altura…
- ¡Pero esto es increíble! – exclamó el del circo – este perro es una
mina! con él podría conseguir que mi circo fuera famoso mundialmente!
pero dígame, honestamente, ¿cual es la verdadera razón por la cual usted
quiere venderlo?
- ¿Pero es que no se ha dado cuenta aun? – respondió el dueño – ¡Lo vendo porque es más mentiroso que la chingada!!