Durante años, el gobierno
iraní ha censurado el acceso a Internet a sus habitantes; numerosos
sitios web han sido bloqueados, redes sociales han sido clausuradas, y
los blogs de opositores han sido eliminados
Según
el ministro de información y comunicaciones iraní, Reza Taghipour, a
partir de agosto Irán cerrara permanentemente el acceso a la Internet
global. La "red de redes" será sustituida por una intranet nacional.
Según el ministro, se tratará de una "Internet limpia, libre de
delincuencia, discordia, contenidos inmorales y ateísmo".
Con
todo, ni siquiera esta versión iraní de Internet será libre. Todos los
interesados en usarla deberán registrarse con su nombre completo, y
disponer de una cuenta en un servicio estatal creado especialmente para
tales efectos.
En la práctica, esto implica que las autoridades
podrán vigilar todos los desplazamientos y actividades de sus habitantes
en la intranet estatal.
Los usuarios más avanzados probablemente
podrán eludir la extrema censura mediante servidores proxy o costoso
acceso mediante conexiones telefónicas internacionales. Sin embargo, se
tratará de una actividad de alto riesgo. Las autoridades iraníes son
conocidas por su alto nivel de conocimientos en materias digitales, como
asimismo por su vocación de censura y las duras penas con que castigan a
los opositores.